La desalinización , alternativa para Costa Rica

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Ing. Joel Alpizar Castillo
Ingeniero en Mecatrónica

En Costa Rica, estudios indican que con el paso del tiempo los daños ambientales serán cada vez más costosos y difíciles de revertir, producto de patrones insostenibles de comportamiento, tanto a nivel doméstico, como agrícola y empresarial. Muchos autores coinciden que una de las principales amenazas es la escasez de agua potable, causada por la explotación desmedida de fuentes de agua dulce, que ha sido evidente en la zona norte del país en los últimos años.

Una alternativa que ha ganado popularidad en países como Estados Unidos, Chile y China es la desalinización, que entre 2013 y 2015 superó los 15 000 millones de dólares. Así mismo, algunos países como España ya han incluido la desalinización dentro de políticas de uso racional de agua con el fin de satisfacer sus distintas necesidades a través del programa AGUA (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua).

Por su parte, Costa Rica solamente cuenta con una planta de desalinización por ósmosis inversa en la provincia de Guanacaste desde 2016, con capacidad de 23 L/s y una inversión superior a los 2 millones de dólares. Además, se estudia la posibilidad de varias plantas de desalinización más, no obstante, no se indica aun el método a utilizar en estas.

Un estado del arte detallado mostraría una gran cantidad de métodos, tanto implementados como experimentales, pero destacan cuatro principales que para el 2012 acaparaban el 97,6 % de la capacidad instalada: ósmosis inversa, evaporación multietapa (MSF), destilación multietapa (MED) y electrodiálisis. Estas tecnologías han logrado anteponerse a las demás por su bajo costo energético y ambiental, así como una relación de costos donde el energético es generalmente mayor al de operación y de mantenimiento, haciéndolos más rentables a gran escala.

Entre los métodos no tradicionales destaca la destilación solar como el método menos costoso energéticamente al basar su funcionamiento en energía solar térmica, pero con desventajas como una alta inversión inicial y menor producción, por lo que se ha implementado a pequeña escala en comunidades costeras con difícil acceso al agua potable.

A nivel global la desalinización está abarcando un mercado de miles de millones de dólares con el fin de abastecer de agua dulce para uso doméstico, agrícola e industrial en zonas de difícil acceso. Costa Rica como pionero mundial en el uso de energías renovables no debería quedarse atrás en el uso de métodos modernos para la potabilización de agua, garantizando el recurso a toda su población.